Caso del cliente Frans Verhoeven
Espalda‘Los empleados se cansan, pero una máquina nunca se detiene’
Todo parece tranquilo en el terreno propiedad de Frans Verhoeven, propietario de Verhoeven Bloemen. Pero las apariencias engañan: desde hace un tiempo ha estado operando una Furora en su almacén, que procesa miles de flores de verano cada hora. Casi completamente automatizado, lo que significa que Frans solo necesita tres empleados cada día en lugar de diez. Otra victoria para la eficiencia.
“La automatización es muy importante para mí como productor. Los empleados se cansan, pero una máquina nunca se detiene. Sin embargo, hasta hace poco hicimos mucho trabajo nosotros mismos: clasificamos, contamos y fertilizamos las flores a mano. Debido a que esto nos llevó mucho tiempo, decidimos invertir en una Furora. Ahora colocamos las flores cortadas en una cinta transportadora, lo que significa que todo el proceso de defoliación, corte, clasificación, agrupamiento y atado está completamente automatizado. Por eso trabajamos de manera muy eficiente, pero también extremadamente precisa. El computador no pasa por alto nada. La Furora ha sido una excelente inversión para nosotros. Necesitamos entre seis y siete empleados menos cada día y ese número es aún mayor en los períodos de mayor volumen”.